Tecnologías obsoletas en radiología, Miele: "Es necesario un cambio de ritmo para la seguridad del paciente".

En el corazón de la atención médica moderna, donde la innovación puede marcar la diferencia entre un diagnóstico oportuno y una oportunidad perdida, el problema de la obsolescencia tecnológica pesa mucho. En Italia, muchos equipos radiológicos permanecen en uso mucho más allá de los 10 años recomendados, llegando a menudo a los 15 años antes de ser reemplazados. Este retraso se traduce en exámenes menos precisos y, sobre todo, en una mayor exposición a la radiación para los pacientes.
Miel (Fidesmar): “Las viejas tecnologías comprometen la calidad y la seguridad”.«Este sector se beneficia enormemente de la innovación tecnológica, pero también sufre el retraso en la renovación», explica Vittorio Miele , nuevo presidente de FIDESMAR, la Federación Italiana de Sociedades Médicas de Radiología. «Seguir utilizando dispositivos obsoletos compromete la calidad del diagnóstico y aumenta la exposición a la radiación. Se requieren medidas urgentes». Entre los equipos con mayor riesgo se encuentran las tomografías computarizadas, las resonancias magnéticas, las tomografías PET, las mamografías y los aceleradores lineales. Uno de los objetivos prioritarios para el bienio 2025-2027 será iniciar un diálogo estructurado con las instituciones para acelerar los procesos de actualización.
Una Federación fuerte y multidisciplinariaFIDESMAR, la Federación Italiana de Sociedades Médicas de Radiología, es una de las organizaciones médico-científicas más prestigiosas de Europa. Reúne a cinco importantes sociedades: SIRM, AIRB, AIRO, AIMN y AINR, que abarcan todo el campo de la radiología y promueven un enfoque cada vez más integrado y multidisciplinar. «Hoy en día, muchos equipos se comparten entre radiólogos, médicos nucleares y oncólogos radioterapeutas», enfatiza Miele. «Esto requiere protocolos comunes, idiomas compartidos y una formación acorde con la complejidad actual».
Objetivo: Un lenguaje común para tecnologías compartidasLas nuevas tecnologías suelen requerir protocolos que aún se encuentran en desarrollo. «Aquí es donde entra FIDESMAR», añade Miele. «Elaboramos documentos conjuntos y promovemos el diálogo entre sociedades científicas. Es un proceso que comienza con la práctica clínica y culmina con las guías, con el objetivo de ofrecer a los pacientes una atención cada vez más segura y actualizada».
La seguridad del paciente es lo primeroOtro tema clave es la seguridad radiológica. «Las normas existen y deben respetarse», reitera Miele. «Pero necesitamos una acción conjunta: actualizar las tecnologías, capacitar al personal y garantizar la correcta aplicación de la normativa». El objetivo es reducir la exposición a la radiación sin comprometer la eficacia de las pruebas, garantizando una medicina más segura y transparente para todos.
Investigación, industria e información: una red por fortalecerFIDESMAR también va más allá del ámbito clínico. «Queremos incentivar la investigación, fomentar el diálogo con la industria para tecnologías más sostenibles y crear un canal de información claro y oportuno para pacientes y responsables institucionales». Desde 2016, la Federación se ha consolidado como un referente para el sector, no solo desde una perspectiva científica, sino también en su diálogo con los actores públicos.
Un período de dos años de desafíos y oportunidades«Tenemos un gran potencial y muchos proyectos en marcha», concluye Miele. «Mi compromiso será aunar esfuerzos con las empresas miembro para abordar juntos estos retos, siempre con el foco puesto en el bienestar de los pacientes y el crecimiento de nuestro sistema sanitario». El mensaje es claro: la innovación ya no es una opción. Es una necesidad.
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